Por Cecilia Caminos, DPA

La Copa Libertadores coronó de la mejor forma la rápida transformación que vivió San Lorenzo después de una profunda crisis institucional y deportiva, pero tras tocar el cielo con las manos el club tiene ahora un nuevo desafío: mantener el plantel de cara al Mundial de Clubes.

San Lorenzo vive su mejor momento tras ganar por primera vez en su historia el título continental y con ese espíritu buscará dar pelea en el nuevo esquema del fútbol argentino y encarar ese torneo que se jugará en diciembre en Marruecos.

Allí disputará el título mundial con el Real Madrid, de España; el Cruz Azul, de México; Auckland City, de Nueva Zelanda; el Moghreb Tétouan local y los campeones aún a definir de Asia y África.

“Ahora tenemos que ver cómo ataca el Madrid, vamos a empezar a evaluar a Cristiano, a Benzema, a Bale”, bromeó el vicepresidente y hombre fuerte del club, Marcelo Tinelli, sobre los astros del conjunto blanco.

El “ciclón” jugó la final decisiva de la Libertadores ante Nacional de Paraguay sin una de sus figuras clave, Ignacio Piatti, transferido al Montreal Impact de Canadá, y se despidió con la Copa ya en mano de Leandro Romagnoli.

Aunque en el caso de Romagnoli no está dicha la última palabra, pese a que tiene un contrato firmado con el Bahía de Brasil, al que debe incorporarse en teoría de inmediato.

“’Pipi’, uno de los máximos ídolos de la institución, se va ganador, como lo merecía, aunque me gustaría que vuelva lo más rápido posible”, deslizó esta madrugada Tinelli. Algunos directivos del club brasileño evaluaron sin embargo la posibilidad de recurrir a la FIFA para anular el fichaje.

También hubo en la final buenas señales de cara al futuro: volvió Martín Cauteruccio, tras una grave lesión que lo marginó largos meses, el arquero Sebastián Torrico mostró un buen nivel y Juan Mercier y Néstor Ortigoza fueron la sólida base “azulgrana”.

El técnico Edgardo Bauza, sin embargo, prefiere dar los pasos de a uno. “Vi al Real Madrid contra el Sevilla (en la final de la Supercopa europea), y por ahora no me hagan pensar en ese partido. Faltan algunos meses y tenemos que ver cómo llegamos a ese momento. Además, tenemos que afrontar un campeonato exigente como el argentino”, pidió.

“Es tiempo de festejar. Somos los mejores de América, lo que este club soñaba. Hace dos años esta institución pasaba un muy mal momento, pero es hora de que este maravilloso club festeje”, reclamó.

Cambios

El “ciclón” pasó en sólo dos años del riesgo a descender de la máxima categoría del fútbol argentino a conquistar por primera vez en su historia el título continental, su gran asignatura pendiente y el estigma que lo perseguía. Era el único de los cinco grandes del fútbol local que nunca había podido levantar la Copa Libertadores.

Las razones del éxito son varias, desde el cambio en la dirigencia con la llegada en 2012 de dos jóvenes empresarios, Matías Lammens y Tinelli, hasta un técnico experimentado en la Libertadores como Bauza y el hambre de gloria de los jugadores.

Un factor extradeportivo, pero que para muchos es clave, es la ayuda “divina” del papa Francisco. Es hincha confeso del “Ciclón” desde pequeño y un fanático del fútbol que no esconde en el Vaticano su pasión “azulgrana”.

San Lorenzo tocó fondo hace dos años, cuando evitó agónicamente el descenso en la temporada 2012/2013 al vencer a Instituto de Córdoba en el partido por la permanencia en la máxima categoría.

De aquel punto crítico pasó a ganar el torneo Inicial 2013, bajo la dirección del entrenador Juan Antonio Pizzi, que luego se fue al Valencia de España.

Con la mira puesta entonces en la Copa Libertadores, los dirigentes “azulgranas” buscaron a Bauza, que en 2008 había sacado campeón continental a la Liga de Quito. Comenzó así una campaña intensa enfocada en el título internacional.

Los resultados en el torneo Final 2014 fueron mediocres; San Lorenzo quedó onceavo, pero avanzó sin pausa en el frente continental. Quedó segundo en el grupo 2 y luego derrotó a Gremio y Cruzeiro de Brasil, en octavos y cuartos de final, respectivamente; al Bolívar de Bolivia en semifinales y a Nacional en la final.

Motivador

“Cuando les propuse soñar, lo creyeron. Entonces comenzamos a trabajar. No hubo horas de descanso, no tuvimos días libres con el fin darle al equipo un salto de crecimiento y calidad. Los jugadores entendieron nuestra propuesta, y eso fue lo que a mi criterio lo que sostuvo en todo momento”, explicó Bauza, ya con la Copa en andas.

Más allá de las posibles bajas en el plantel, Bauza afirmó que para él “el único secreto es tener un buen equipo”.

“No hay otra forma. Este equipo entendió cómo había que jugar cada partido. San Lorenzo hizo 14 partidos de menor a mayor. Por eso fue campeón”, fundamentó.